Y soy quien está detrás de Casa Magnolia.
Definir qué es Casa Magnolia siempre me trae de cabeza. Porque lo que aquí se hace y encontrarás es lo que yo hago… ¿Y qué hago? Tengo un alma creativa y manos inquietas, siempre con un proyecto, siempre pensando qué hacer. Así desde que soy una niña, mi madre sabía que o me compraba un libro o algo creativo para hacer, eran las únicas maneras de quedarme quieta. Soy una amante del papel, en primerísimo lugar; es mi medio preferido con lo que trabajar siempre. Hago tarjetas, es mi amor más grande. Papel, tintas y sellos: para mí no se puede pedir más. Un poco de madera por acá, un poco de pinturas por allá, un poco de tela y costura en el medio y así vamos configurando todo lo que me gusta hacer.
Hace unos días me preguntaron «¿Qué te inspira?» y fue una de esas preguntas que me dejó pensando mucho. Me inspira el amor por todo lo que hago, por cada papel cortado, cada tinta usada y cada obra realizada. Pero mi mayor inspiración proviene del otro, del que va a recibir lo que creé. Mis proyectos siempre están pensados para alguien, en cómo es esa persona, qué cosas lo caracterizan, pero, sobre todo, pensando cómo lo va a recibir, y en generar ese sentimiento indescriptible cuando alguien recibe algo hecho a mano por otro, y más si es inesperadamente. Hacer tarjetas y regalos a mano es mostrarle al otro que nos importa, que nos preocupamos y que nos acordamos de esa persona. Es acompañar, aunque sea a la distancia, con un pedacito de nosotros, en alguna ocasión especial o simplemente porque sí, porque así lo sentimos. Esa es la misión aquí, lo que me motiva y mueve: transmitir amor.
De mi amor al papel a transmitir amor a través del papel (y otros medios), de eso se trata Casa Magnolia. Ayudarte con tutoriales, talleres y algún que otro producto hecho por mí, eso encontrarás por aquí. De vez en cuando voy a escribir cosas de la vida misma, porque la vida misma es lo que está pasando.
Y si te quedaste con ganas de más, los básicos son: en realidad, soy docente de Idioma Español, lectora entusiasta y amante del té. Vivo en la ciudad de Nueva Helvecia, Uruguay, junto a mi marido, mis dos hijos y cuatros felinos que llenan la casa de historias.
Gracias por leerme, pero sobre todo, gracias por estar aquí apoyándome en esta vida creativa.