WORLD CARDMAKING DAY O DÍA MUNDIAL DEL CARDMAKING.

¡Hola a todos! Hoy es un día especial porque es el Día mundial del Cardmaking. Para mí, todos los días son días de cardmaking, ya que la tarjetería ocupa un gran espacio en mi vida diaria, ya sea por el trabajo como miembro del DT de Picket Fence Studios como por el placer de sentarme a realizar tarjetas, dejando que la creatividad fluya y haciéndome un espacio y tiempo para mí.

Amo hacer tarjetas. Son proyectos que pueden requerir 15 minutos o tres horas, y llevar cinco materiales o 20, pero el proceso, el planeamiento y llegar al resultado es tan estimulante, divertido, desestresante, desafiante y entretenido que es imposible no enamorarse de este arte.

Como siempre he dicho, y todo los que me conocen saben, para mí lo más importante de hacer tarjetas es pensar en que estamos haciendo algo para darle a otra persona. Es un arte para compartir: para felicitar, para mostrar empatía, para acompañar a la distancia, para demostrar cariño, para «porque sí». Es una forma de relacionarnos, de poder alegrarle el día a alguien, de demostrar cuánto los queremos. Es una expresión del amor hecho a mano.

Curiosamente, la tarjeta de hoy es para mí. Decidí festejar este mundo que me ha dado tanto, tomando mis materiales y técnicas favoritos y haciendo lo que fluya. Por eso elegí las tintas Distress, mis cepillos, un sello de fondo que amo y un abecedario (los troqueles más versátiles). Amo hacer fondos distresados, qué tintas del bien las Distress.

El sello del fondo lo estampé con tinta negra Versafine y apliqué encima polvo de embossing transparente, creando el efecto de embossing resist, con el cual podemos aplicar tintas encima. Otra de mis técnicas preferidas: la magia del embossing.

La parte desafiante fue la de troquelar cuatro veces las letras; tres en cartulina gruesa blanco y una en papel plateado. Y luego pegarlas una encima de la otra logrando ese grosor de chipboard que da altura.

En este mundillo crafter, sea la manualidad que sea, hay un denominador común que es la acumulación de materiales. Empezamos con algunas cositas, un sellito, una tinta para probar, pero después queremos un color más clarito, y un sello que diga otra cosa, y mirá esa herramienta qué útil que es y así una cosa nos va llevando a la otra, hasta que tenemos un montón de cosas que ya ni sabemos que tenemos. Y así empieza el segundo denominador común: la organización de esos materiales.

Cada una tiene un sistema diferente que le funciona en función de los materiales que tiene, el espacio, etc. A lo largo de los años, he organizado las cosas de diversas maneras. Con las tintas, he hecho de todo: listas, muestras, tenerlas en un lugar visible… A medida que fui consiguiendo más tintas entendí que tenía que tener un sistema que me permitiera ver todas las tintas a la vez, ordenadas por marca. Y si son de diferentes marcas, un sistema que me permita, por ejemplo, ver todos los tonos de naranjas que tengo.

Así es como llegué al sistema que les muestro en el reel de Instagram. Inspirada por las carpetas de anillas de Lora Bailora y las fundas para poner fotos de 2×2, este sistema me permite ordenar las tintas y poder sacar cada muestra y poder compararla con la de otra marca. El etiquetado de la muestra se puede hacer con una rotuladora del tipo Brother. Pero, para empezar con las tintas más famosas, aquí les dejo mi regalo para el día de hoy: las muestras para imprimir y cortar ya rotuladas de las tintas Distress, Distress Oxide y todas las de Lora Bailora.

¡Después de que tengas ordenadas tus tintas no va a haber excusas para crear! Así que manos a la obra que quiero ver sus bellas creaciones.

Y gracias, mil gracias por estar allí, apoyándome en mi camino cardmaker. Y otras gracias por leer hasta aquí. Ahora sí les dejo lo prometido:

Espero que les sea útil. Aguardo sus comentarios.

¡Feliz Día Mundial del Cardmaking!

Felices creaciones,

Sil

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